CUIDADOS PALIATIVOS

Un frío sudor le empapaba el rostro, la espalda y hasta las plantas de los pies. Le invadía un persistente estrés, la ansiedad más profunda y un sentimiento agónico de fin de ciclo.
Le atemorizaba la certeza de que a muy corto plazo podría perder su puesto de trabajo, su antigüedad de cinco lustros y su salario de 5.000 €uros mensuales (mas tres pagas extras).
Su agudeza visual se deterioraba inexorablemente, el temblor de sus manos se tornaba mas cotidiano, su capacidad de concentración disminuía y la simpatía que durante tantos años le había inspirado en su trabajo, ahora, día a día se transformaba en acritud y creciente fobia.
La nueva legislación cada vez más rigurosa le cercaba con saña: solamente durante el último año y POR RAZÓN DE SEXO, había discriminado a más de 9 millones de individuos, 36.000 al día, 3.600 a la hora, 15 cada minuto, UNO CADA CUATRO SEGUNDOS.
Se llamaba PÍO POLLASTRE.
Su oficio: SEXADOR DE POLLOS
NOTA.- Como terapia de cuidados paliativos, se inscribió en el “CURSO DE ESCRITURA CREATIVA. INTRODUCCIÓN AL OFICIO NARRATIVO-POÉTICO – Orihuela, del 16 de febrero al 4 de mayo, profesor: Mariano Catoni”

José A. Tovar

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